jueves, 25 de marzo de 2010

Que vuelva el león

Ojo, que la cosa se pone fea. Desde que comenzó la segunda vuelta de la Liga, y hasta hace pocas semanas, el Real Zaragoza había conseguido enderezar su tortuosa trayectoria que le había llevado a las puertas de Segunda División. Las hojas viejas y secas dieron paso a nuevos brotes, que hicieron resucitar al equipo aragonés. Pero en este momento, debido a una acumulación de errores y a un inexplicable conformismo, el Real Zaragoza vuelve a parecerse a ese equipo gris que horrorizó a sus seguidores durante los primeros meses del campeonato.

El nivel competitivo del equipo ha descendido. Defiende mejor, pero casi no marca goles. Y lo que es más preocupante, la agresividad de los futbolistas y la intensidad en el juego se han diluido en algunos partidos. El león se ha ido, y por momentos, hemos vuelto a ver al equipo manso y vulnerable que nos hace temer una recaída de la que sería muy complicado recuperarse.

Por otro lado, los aficionados andan despistados con las decisiones de su entrenador. Especialmente, en el partido contra el Almería. Gay devolvió protagonismo a jugadores que habían pasado desapercibidos en la reacción del equipo. Ante la baja de una pieza básica en la defensa, como es Contini, dio descanso a Diogo, en uno de los partidos más importantes de la temporada. Decisiones que condicionaron el partido, contribuyeron a la derrota, y que han desatado todo tipo de especulaciones en cuanto al criterio y al origen de las decisiones deportivas que se toman en el Real Zaragoza.

El caso es que el equipo aragonés necesita quince puntos más. Es decir, lograr la victoria en cinco partidos de los diez que quedan. Teniendo en cuenta que el Real Zaragoza sólo ha ganado seis encuentros en todo lo que llevamos de Liga, el desafío se antoja extremadamente complicado. Lógicamente, sus rivales directos, el Tenerife y el Valladolid, necesitan más puntos para lograr la salvación, pero aún así, la situación es alarmante, y el calendario, muy exigente. En estos momentos, la pelea por la permanencia se ha reducido a tres equipos, y aunque el Real Zaragoza parte con una ligera ventaja en esta recta final, deberá recuperar su disciplina y su agresividad. A partir de ahora, los errores se pagarán más caros que nunca.