martes, 23 de noviembre de 2010

La cruda realidad

Después de la llegada de Javier Aguirre al banquillo, los sufridores zaragocistas entraron en un estado de relativo optimismo, en un efecto placebo, que a algunos, les llevó a soñar con una mejora inmediata del equipo. Con un entrenador experimentado, con carácter, con las ideas claras y avalado por sus éxitos en el pasado, que pudiera sacar al Real Zaragoza de la miseria en sólo unos días. Y eso es imposible. No es que Javier Aguirre no esté capacitado para lograr la permanencia con el Real Zaragoza, ni mucho menos, pero está claro que va a necesitar mucho tiempo de trabajo y darle más de una vuelta al equipo titular que trajo en la cabeza desde el primer día, porque como él mismo pudo comprobar en Getafe, hay pocas opciones de sobrevivir en la guerra, si luchas con pistolas de agua.

En el Coliseo Alfonso Pérez, más de lo mismo. El Real Zaragoza volvió a ser un equipo inseguro en defensa, inofensivo en ataque y lento hasta la saciedad en todos sus movimientos. Sólo Bertolo, indiscutible en este equipo, fue capaz de dar verticalidad al juego cansino y falto de ritmo del Real Zaragoza. Realidad, sólo hay una. Y ésta dice que el equipo aragonés ha pasado diez jornadas en la zona de descenso, algo que no ocurría desde hacía más de treinta años. El cambio en el banquillo era necesario y el perfil de Aguirre es, seguramente, adecuado para tomar las riendas. Pero el equipo debe ganar tres partidos en lo que queda de primera vuelta para mantenerse vivo. Y claro, con el nuevo año, deben llegar refuerzos. Lo ideal, uno por línea. Lo imprescindible, un delantero que sepa marcar goles, obvio.

Y así las cosas, el próximo sábado visitará La Romareda el líder de "la otra Liga". Esa en la que no están ni el Real Madrid ni el Barcelona, pendientes de sus ombligos en otra dimensión. Tras ellos, el Villarreal es el equipo que mejor juega con la pelota y el que más goles marca. Una defensa sólida, un centro del campo de fútbol total y un ataque de ensueño. El talento de Cazorla, Cani, Borja, Senna, Rossi o Nilmar, junto al equilibrio que aportan Bruno, Marchena o Gonzalo (Capdevila, lesionado, no jugará en La Romareda). Un equipazo con mayúsculas que se muestra letal ante los errores del adversario y que no ofrece facilidades en defensa. Afortunadamente, en "la otra Liga", la de este planeta, la de los futbolistas de carne y hueso, no hay equipos invencibles. El Villarreal pierde fuerza lejos del Madrigal -no ha ganado en sus tres últimos desplazamientos en la Liga- y la necesidad del Real Zaragoza debería ser un buen aliciente para intimidar a un rival, al que por calidad, será muy complicado superar.

lunes, 8 de noviembre de 2010

¡Viven!

Fue de penalti en el último segundo y después de una angustiosa remontada. Los corazones zaragocistas se aceleraron hasta explotar en un grito desgarrador que significaba el gol de la victoria, la primera de la temporada. Ante el Mallorca, el Real Zaragoza pudo dar el primer paso hacia la salvación. El camino será duro y peligroso, pero el equipo aragonés salió victorioso de un combate a vida muerte, que debe impulsarle a conseguir su objetivo. El futuro del Real Zaragoza depende de su permanencia en Primera División, y en las últimas dos jornadas, los futbolistas se han entregado al máximo para convencer a su afición, y a ellos mismos, de que son capaces de lograrlo, a pesar de todas las dificultades.

No cometeremos el error de pensar que, desde ahora, el camino de la salvación será fácil. Las carencias de la plantilla son muy grandes, y por supuesto, los partidos seguirán condicionados por la enorme falta de gol del equipo o la escasa de velocidad de sus centrales. Pero sin duda, el sistema que ha puesto en práctica el entrenador en los últimos partidos, ha potenciado los valores del equipo. La línea de cinco defensas disimula las carencias de los zagueros. Las aportaciones de Jorge López y Lafita están siendo notabilísimas con la nueva distribución. José Aurelio Gay todavía tiene que afinar varias cosas –a pesar de defender con cinco jugadores, el Real Zaragoza sigue recibiendo demasiados goles- pero de esta forma, el equipo compite, y por fin, gana.

El Real Zaragoza le quitó las telas de araña a sus aficionados con la primera victoria de la temporada, y el próximo domingo, volverá a salir a La Romareda con la obligación de sumar los tres puntos, sin importar la entidad del rival. El Sevilla tiene una plantilla muy superior a la del Real Zaragoza, como la mayoría de los equipos de Primera División. Pero en casa, en plena efervescencia y con el viento a favor, el conjunto aragonés puede lograr algo positivo. Los puestos de permanencia están a sólo dos puntos de distancia y la situación no le permite dar un paso atrás. Poco a poco, haciéndose fuerte en casa, el Real Zaragoza debe consolidar este nuevo equipo que ha renacido de sus cenizas y que con esfuerzo y sacrificio, se ha ganado el derecho a creer en sí mismo.

martes, 2 de noviembre de 2010

La hora de la verdad

Está claro que algo cambió sobre el césped de Mestalla. Si bien, la situación del Real Zaragoza sigue siendo extremadamente preocupante -es colista, con 4 puntos de 27 posibles, y es el único equipo de Primera División que todavía no ha ganado- por primera vez, ante el Valencia, el conjunto aragonés compitió, generó ocasiones de gol, anuló la capacidad ofensiva de su rival e hizo méritos para ganar el partido. La falta de puntería (una vez más) y la desastrosa actuación del árbitro impidieron al Real Zaragoza sumar tres puntos que necesitaba y que sigue necesitando, con más urgencia si cabe.

Pero todas esas buenas sensaciones deben estar acompañadas de resultados. Si no, el Real Zaragoza retrocederá sobre sus propios pasos y volverá a caerse al pozo, lo que supondría un golpe de terribles consecuencias, entre ellas, la condena definitiva del entrenador, José Aurelio Gay. Y el momento de demostrar que este equipo puede renacer de sus cenizas es ahora. La primera victoria no puede tardar más en llegar. Ahora o nunca, el Real Zaragoza debe demostrar que los motivos para creer en su remontada son reales y consistentes, no sólo un espejismo.

Con el nuevo sistema de cinco defensas, el Real Zaragoza se siente más cómodo. Se tapan las muchas carencias del equipo y resaltan sus pocas virtudes. No sólo defiende mejor, sino que además, maneja la pelota con más intención –dentro de la limitada calidad del centro del campo- y llega al ataque con más peligro. La falta de un delantero de referencia complica mucho el éxito del conjunto aragonés, pero al menos, ahora, existe algo a lo que el Real Zaragoza se puede agarrar para comenzar su escalada.

Uno de los jugadores más beneficiados por este nuevo sistema es Ángel Lafita. Cuando actúa como segundo punta, el juego del canterano del Real Zaragoza recupera sus sentido y la alegría. Su labor de enganche entre el centro del campo y el delantero fue excepcional en Mestalla. El siguiente paso es dar continuidad a este rendimiento y adquirir responsabilidad goleadora. Un duro camino para Lafita, que si logra recorrerlo con éxito, puede convertirse en uno de los pilares fundamentales del equipo.