martes, 15 de febrero de 2011

Ni un instante de relajación

El Real Zaragoza acabó en Alicante con su buena racha de resultados, esa que le llevó a sumar diez puntos en cuatro partidos consecutivos, y que le sacó de la zona de descenso. El equipo sufrió un duro golpe y vio como en apenas diez minutos, se le escaparon tres puntos que habrían supuesto un paso enorme en el tortuoso camino hacia la permanencia. Pero en los momentos de dificultad es cuando más se aprende. La intensidad y la concentración del Real Zaragoza fueron disminuyendo según el partido se acercaba a su final, y quedó demostrado que en el momento en el que este equipo deja de competir al cien por cien, pierde. Porque las carencias de la plantilla y las dificultades para competir en igualdad de condiciones con los rivales van a estar siempre allí, hasta los últimos partidos de la temporada.

El rendimiento de los futbolistas está siendo extraordinario en las últimas semanas. Hay que tener en cuenta que, seguramente, el Real Zaragoza ha obtenido unos resultados que están por encima de sus posibilidades reales, lo que es mérito, sin duda, de los jugadores y del entrenador. Pero no perdamos de vista que, a la espera de lo que aporten los dos fichajes de invierno, el equipo sigue siendo el mismo que se ha pasado casi toda la primera vuelta en la zona de descenso. Siendo realistas y justos, no es razonable esperar que Real Zaragoza no cometa ningún error, ni mucho menos, que gane todos los partidos. Eso es imposible, por la propia naturaleza del equipo. Por sus carencias, que intenta compensar con entrega, orden y sacrificio. Ahora, el Real Zaragoza compite bien, con opciones de ganar los partidos que juega. Pero los problemas no han desaparecido. Los despistes defensivos y la falta de gol seguirán condicionando los partidos, es inevitable. En Alicante, bastó que el equipo bajara mínimamente su nivel de intensidad, para que dos detalles de Farinós y Trezeguet liquidaran el partido.

¿Se imaginan dónde estaría este Real Zaragoza si alguno de sus delanteros hubiera marcado, a estas alturas, entre siete y diez goles, como la mayoría de sus rivales directos por la permanencia (el propio Trezeguet (10), Caicedo del Levante (9), Diego Castro del Sporting (8), Rondón del Málaga (7), o Ulloa del Almería (7)? Mejor no lo hagan, porque eso no va a ocurrir. Agapito Iglesias y los ¿responsables? técnicos decidieron apostar por jugadores "cuyo perfil encaja en el Real Zaragoza", como aseguró el Director Deportivo, Antonio Prieto, en la presentación de Sianama Pongolle. Decisiones que se pagan caras, y que ponen más cuesta arriba el camino de la salvación para el equipo aragonés. No bajemos los brazos, sigamos alerta. No se ha hecho nada todavía.

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