martes, 1 de febrero de 2011

Seguir luchando

Los buenos resultados deportivos, fruto del comportamiento ejemplar de los jugadores, cuya profesionalidad e implicación han estado muy por encima del trato que reciben por parte del Club, llevaron la tranquilidad a un mes de enero que, por todo lo demás, ha sido desastroso. En los últimos días, Agapito Iglesias ha vendido a Ander Herrera, ha sido incapaz de fichar a un delantero para cubrir la necesidad más urgente del equipo, y la situación económica ha tocado fondo, parece, con el incumplimiento reiterado del pago a los futbolistas.

Posiblemente, la venta de Ander Herrera es aceptable desde el punto de vista económico. Al Real Zaragoza llegarán siete millones y medio de euros (más un máximo de dos millones por objetivos), que tal y como está el mercado del fútbol en estos momentos, puede considerarse un buen negocio. El problema es que, con esta operación, queda retratada la filosofía nociva y autodestructiva de Agapito Iglesias. Este ingreso no servirá para invertir en el crecimiento del Real Zaragoza, ni para fortalecer al equipo con apuestas de futuro que puedan resultar rentables para el Club, y que formen parte de una estrategia deportiva y económica sostenible. Nada de eso. Con ese dinero, el máximo accionista pondrá un parche que se despegará a los pocos meses. Sí, ahora podrá saldar parte de la deuda con los jugadores, pero cuando acabe la Liga, la situación económica será la misma, e incluso peor, porque se habrá acumulado más deuda todavía.

Y de nuevo, los futbolistas tendrán que cobrar (tanto los que están, como los que se fueron) y habrá que reforzar al equipo de cara a la próxima temporada. El agujero negro será mayor, y el margen de solución, más pequeño todavía. Porque, tras el traspaso de Ander, ¿qué le queda por vender a Agapito Iglesias? El Real Zaragoza es un solar. Dentro de pocos meses, y si nada ni nadie lo remedia, el Club seguirá hundido en la pobreza más absoluta, veremos si en Primera o en Segunda División, y con una diferencia sustancial. Ander Herrera, el mejor futbolista del equipo y uno de los símbolos del Real Zaragoza, estará defendiendo otra camiseta. Y crecerá, no lo duden. Se convertirá en uno de los jugadores importantes de la Liga. Y su venta sólo habrá servido para mantener viva la disparatada gestión de Agapito Iglesias durante unos pocos meses más.

Otro error que puede condicionar la permanencia del Real Zaragoza en Primera División es la incapacidad del Club para fichar a un delantero. Ahora mismo, después de tres victorias consecutivas, el Real Zaragoza se encuentra en una situación cómoda. Pero las carencias de esta plantilla, más allá de la extraordinaria implicación de los futbolistas, son muy grandes. Y volverán los malos resultados, y tocará luchar de nuevo, contra todas las adversidades. Un refuerzo para el ataque, la línea más débil del equipo, era la gran prioridad para este mercado de invierno. La ineficacia de Agapito Iglesias vuelve a suponer un palo entre las ruedas del equipo y su entrenador. Sólo podemos confiar en los jugadores.

0 comentarios:

Publicar un comentario